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María Madre Mía

 
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Vigilia de la Inmaculada

 

Hoja Parroquial

  https://drive.google.com/file/d/1w1577Bdw5bXcjchTIvkfO-4V3wOrjmKv/view?fbclid=IwY2xjawG9B3ZleHRuA2FlbQIxMAABHZ6vnqWsGPFJaUkxTfF_4l2V3jFuKOCYF1YWq27ogrrEYh902_lQwIHh7w_aem_CUlUc-5HVogwBQrBq1XJ1A

Fiesta de Santa Marta

   

Lectura del santo evangelio según san Mateo

  Mt 9, 9-13 En aquel tiempo, Jesús vio a un hombre llamado Mateo, sentado a su mesa de recaudador de impuestos, y le dijo: "Sígueme". Él se levantó y lo siguió. Después, cuando estaba a la mesa en casa de Mateo, muchos publicanos y pecadores se sentaron también a comer con Jesús y sus discípulos. Viendo esto, los fariseos preguntaron a los discípulos: "¿Por qué su Maestro come con publicanos y pecadores?" Jesús los oyó y les dijo: "No son los sanos los que necesitan de médico, sino los enfermos. Vayan, pues, y aprendan lo que significa:  Yo quiero misericordia y no sacrificios.  Yo no he venido a llamar a los justos, sino a los pecadores".

Evangelio de hoy

Lectura del santo evangelio según san Lucas 8, 1-3 En aquel tiempo, Jesús iba caminando de ciudad en ciudad y de pueblo en pueblo, proclamando y anunciando la Buena Noticia del reino de Dios, acompañado por los Doce y por algunas mujeres, que habían sido curadas de espíritus malos y de enfermedades: María la Magdalena, de la que habían salido siete demonios; Juana, mujer de Cusa, un administrador de Herodes; Susana y otras muchas que les servían con sus bienes.  

Lectura del santo evangelio según san Lucas

  Lc 7, 36-50 En aquel tiempo, un fariseo invitó a Jesús a comer con él. Jesús fue a la casa del fariseo y se sentó a la mesa. Una mujer de mala vida en aquella ciudad, cuando supo que Jesús iba a comer ese día en casa del fariseo, tomó consigo un frasco de alabastro con perfume, fue y se puso detrás de Jesús, y comenzó a llorar, y con sus lágrimas bañaba sus pies; los enjugó con su cabellera, los besó y los ungió con el perfume. Viendo esto, el fariseo que lo había invitado comenzó a pensar: “Si este hombre fuera profeta, sabría qué clase de mujer es la que lo está tocando; sabría que es una pecadora”. Entonces Jesús le dijo: “Simón, tengo algo que decirte”. El fariseo contestó: “Dímelo, Maestro”. El le dijo: “Dos hombres le debían dinero a un prestamista. Uno le debía quinientos denarios, y el otro, cincuenta. Como no tenían con qué pagarle, les perdonó la deuda a los dos. ¿Cuál de ellos lo amará más?” Simón le respondió: “Supongo que aquel a quien le perdonó más”. Entonc...